9 May.2009
Excelente oportunidad la que se presenta este Director para rendir su homenaje a una actividad que se constituyó en el norte de su vida y que le permitió seguir en rumbo de tantos periodistas que con su trabajo señalaron el rumbo para la marcha de nuestra sociedad.
La institución del día del periodista que recordamos hoy, no fue otra cosa que el reconocimiento a una labor que liderizaba el nacimiento de una nueva Bolivia, gestada en una experiencia dolorosa como fue para el país la Guerra del Chaco.
La llegada a la presidencia de Germán Busch consolidaba el inicio de un proceso liberador que comenzó con David Toro que nacionalizó el petróleo, considerado como la manzana de la discordia que desencadenó la contienda bélica.
El 10 de mayo de 1937 Busch creaba un beneficio de jubilación para premiar las delicada misión de los periodistas, trayendo a la memoria la historia de los hermanos Barragán, periodistas asesinados por el gobierno de Melgarejo.
Las ideas de cambio pronto fueron acogidas por el diario La Calle cuya visión revolucionaria señalaba los nuevos derroteros. No podemos dejar de recordar a su director Armando Arce, a quien acompañaban Carlos Montenegro, Augusto Céspedes y otros que se convirtieron en verdaderos abanderados de las nuevas ideas.
Indelebles recuerdos de la infancia que con los comentarios de los mayores, crearon en la mente la idea de abrazar esta profesión para secundar los ideales de una patria mejor.
Los primeros pasos en el periodismo, hace ya 45 años, nos permitieron vincularnos con Jorge Suárez, director del vespertino Jornada de La Paz, al que nos sumamos desde las páginas de la sección deportes, junto a Julio Borelli, uruguayo establecido en Bolivia, que se convirtió desde el primer día en un verdadero maestro.
Un golpe de suerte nos permitió emprender el camino de la profesionalización y lo que es mejor, incorporarnos luego a la redacción del diario Presencia de La Paz, bajo la dirección de Huáscar Cajías, cuyas enseñanzas por más de una década, posiblemente nos inspiraron para incursionar en la docencia.
Una época signada por la violencia dictatorial que obligó a los periodistas a volcar toda su capacidad para cumplir esa función que les impone la sociedad y que no siempre se comprende. Hablar del día del periodista es traer a la memoria el recuerdo de aquellos que dejaron su vida en el camino, pensando en ese mundo ideal.
El ingreso a la redacción de El Mundo, hace 25 años, fue un nuevo desafío que nos permitió además tomar cariño a esta tierra que no sólo nos dio satisfacciones en la vida profesional, sino que nos permitió consolidad un hogar con sello cruceño, motivo de especial orgullo, con tres hijos nacidos en esta tierra, dos de ellos flamantes profesionales dispuestos a entregarse por una sociedad mejor.
Veinticinco años destinados a la cátedra nos permitieron transmitir a las nuevas generaciones cuanto habíamos ganado de experiencia, sin embargo, hoy nos nace una nueva oportunidad.
La dirección de este diario nos desafía hoy a mostrar la posibilidad de hacer realidad todo cuanto considerábamos necesario para ser un buen periodista.
Ojalá podamos concretar por lo menos en parte estos ideales, para ayudar a construir esa patria grande y unida con la que todo buen boliviano debe soñar.
A 184 años
6 Ago.09
Hace unos días, recodábamos cómo en 1809 los pueblos de esta parte del Alto Perú iniciaban una lucha plena de civismo para romper el vínculo que desde hacía algo más de 300 años, los había sometido a un poder explotador inmisericorde.
Fue el inicio que quince años de lucha ininterrumpida, que permitió a cada uno de los pueblos que irían a construir la nación boliviana, demostrar el valor y el patriotismo que finalmente coronarían sus esfuerzos.
En aquel momento, la vida del país lejos de encontrar una solución, inició más bien una larga lucha en pos de la libertad que le ha sido negada periódicamente, por la incapacidad o la codicia de sus gobernantes, o la rapacidad de sus vecinos.
Con mayor frecuencia aislados, los bolivianos sólo tuvieron oportunidad de unirse cuando la patria se encontraba en peligro, la batalla de Ingavi, la guerra del Pacífico, la campaña del Acre y la guerra del Chaco son hitos en los cuales los bolivianos de todas las latitudes fueron convocados para defender la soberanía de la patria y a pesar de la adversidad de los resultados, fueron capaces de demostrar al mundo sus virtudes cuando luchan unidos por un solo ideal.
La carencia de un espíritu catalizador dejo lugar a que sus vecinos la consideraran indefensa y aprovecharan en todas las oportunidades que se les prestaron para desmembrar su territorio y apropiarse de sus riquezas, en la mayor parte de los casos alentados por los intereses foráneos de terceros que aprovechaban las condiciones para logar su beneficio.
A los colonizadores españoles sucedieron empresas inglesas y norteamericanas que a su vez provocaron enfrentamientos con los vecinos, en busca de su propio beneficio, mientras los gobernantes, enceguecidos por la codicia o la soberbia, no vacilaron en secundar esas situaciones en contra de los intereses de la patria y sus compatriotas.
Hoy después de 184 años, las condiciones no son del todo diversas, la recordación encuentra a los bolivianos divididos por aspiraciones opuestas, con gobernantes sometidos a la influencia de falsos amigos, que no vacilan en aprovechar de nosotros y lo último que desean es vernos unidos y fortalecidos.
Los falsos miramientos del color de la piel, el lugar de origen, las creencias religiosas o las preferencias ideológicas y aun el sexo terminan por convertirse en los pretextos más utilizados para avivar las diferencias que nos debilitan y nos convierten en presa de intereses mezquinos.
El deseo de libertad que inspiró a los revolucionarios de 1809 y que parecía concretarse el 1825, con la declaración de la independencia, resulta todavía la base de una lucha que no termina, porque los bolivianos aún no pueden desprenderse de la polarización, producto de la segunda guerra mundial que dio lugar a la guerra fría, que enfrentó al mundo en dos partes.
Los ideales de un tercer mundo para los países no alineados se han convertido en instrumento fácil para aparentes nuevas potencias que encandilan a nuestros gobernantes.
Frente a esa realidad, se levanta como bandera de lucha el deseo de autonomía, tema que produjo una aparente división, sin embargo ha dado lugar a que hoy todos se llamen defensores de esa autonomía, pero que lamentablemente la entienden de acuerdo a la conveniencia personal, con el interés por aferrarse al poder, antes que a construir el futuro que aspiran todos los bolivianos y que se fortalece en esta fecha, en que el deseo ferviente de una patria fuerte, con ciudadanos libres, independientes y unidos, llena de fervor el corazón de todos los bolivianos de verdad.
Hace unos días, recodábamos cómo en 1809 los pueblos de esta parte del Alto Perú iniciaban una lucha plena de civismo para romper el vínculo que desde hacía algo más de 300 años, los había sometido a un poder explotador inmisericorde.
Fue el inicio que quince años de lucha ininterrumpida, que permitió a cada uno de los pueblos que irían a construir la nación boliviana, demostrar el valor y el patriotismo que finalmente coronarían sus esfuerzos.
En aquel momento, la vida del país lejos de encontrar una solución, inició más bien una larga lucha en pos de la libertad que le ha sido negada periódicamente, por la incapacidad o la codicia de sus gobernantes, o la rapacidad de sus vecinos.
Con mayor frecuencia aislados, los bolivianos sólo tuvieron oportunidad de unirse cuando la patria se encontraba en peligro, la batalla de Ingavi, la guerra del Pacífico, la campaña del Acre y la guerra del Chaco son hitos en los cuales los bolivianos de todas las latitudes fueron convocados para defender la soberanía de la patria y a pesar de la adversidad de los resultados, fueron capaces de demostrar al mundo sus virtudes cuando luchan unidos por un solo ideal.
La carencia de un espíritu catalizador dejo lugar a que sus vecinos la consideraran indefensa y aprovecharan en todas las oportunidades que se les prestaron para desmembrar su territorio y apropiarse de sus riquezas, en la mayor parte de los casos alentados por los intereses foráneos de terceros que aprovechaban las condiciones para logar su beneficio.
A los colonizadores españoles sucedieron empresas inglesas y norteamericanas que a su vez provocaron enfrentamientos con los vecinos, en busca de su propio beneficio, mientras los gobernantes, enceguecidos por la codicia o la soberbia, no vacilaron en secundar esas situaciones en contra de los intereses de la patria y sus compatriotas.
Hoy después de 184 años, las condiciones no son del todo diversas, la recordación encuentra a los bolivianos divididos por aspiraciones opuestas, con gobernantes sometidos a la influencia de falsos amigos, que no vacilan en aprovechar de nosotros y lo último que desean es vernos unidos y fortalecidos.
Los falsos miramientos del color de la piel, el lugar de origen, las creencias religiosas o las preferencias ideológicas y aun el sexo terminan por convertirse en los pretextos más utilizados para avivar las diferencias que nos debilitan y nos convierten en presa de intereses mezquinos.
El deseo de libertad que inspiró a los revolucionarios de 1809 y que parecía concretarse el 1825, con la declaración de la independencia, resulta todavía la base de una lucha que no termina, porque los bolivianos aún no pueden desprenderse de la polarización, producto de la segunda guerra mundial que dio lugar a la guerra fría, que enfrentó al mundo en dos partes.
Los ideales de un tercer mundo para los países no alineados se han convertido en instrumento fácil para aparentes nuevas potencias que encandilan a nuestros gobernantes.
Frente a esa realidad, se levanta como bandera de lucha el deseo de autonomía, tema que produjo una aparente división, sin embargo ha dado lugar a que hoy todos se llamen defensores de esa autonomía, pero que lamentablemente la entienden de acuerdo a la conveniencia personal, con el interés por aferrarse al poder, antes que a construir el futuro que aspiran todos los bolivianos y que se fortalece en esta fecha, en que el deseo ferviente de una patria fuerte, con ciudadanos libres, independientes y unidos, llena de fervor el corazón de todos los bolivianos de verdad.
Temor justificado
5 Ago.09
Las perspectivas del futuro de Chile, luego de las próximas elecciones, han dado lugar a que el Presidente exprese su preocupación por el giro de los acontecimientos en ese país, ya que todo da a entender que la posición de corte socialista que ha mostrado el gobierno de la señora Bachelet se encuentra próximo a su fin, con lo que se daría una reaparición de la línea capitalista.
A las preocupaciones del Presidente ha de sumarse con seguridad el otro problema orientado en la misma dirección, que confronta la pareja Kichner en la Argentina; luego de las denuncias de enriquecimiento y otras actividades relacionadas con la administración, también ellos ven su futuro muy incierto, ya que la situación ha dividido el peronismo que era la base en que se asentaba la actividad gubernamental.
Todavía a ello tendríamos que agregar lo acontecido en México, donde también las posiciones izquierdistas, que parecían tan firmemente asentadas, han dado un giro con miras al otro extremo y han dejado la interrogante sobre la nueva orientación de los gobernantes.
El análisis internacional, por muy superficial que sea como el presente, no puede dejar de lado el tema Honduras, sobre el cual si bien la posición internacional fue casi unánime en defensa de la democracia, profundizando un poco el análisis llega a concluir que ese proceso democrático estaba jugando su futuro y provocó los resultados que observamos debido al deseo de vulnerar el sistema con el propósito de garantizar su prolongación en el ejercicio del poder, como los hicieron otros países que sirvieron de modelo.
Pero si nos ponemos a observar lo acontecido con las reformas constitucionales podemos advertir también que la pregonada solidez del gobierno Chávez en Venezuela muestra una cantidad de filtraciones que en algún momento podría precipitar una caída estruendosa.
Como si todavía faltara algo más, podemos volcar los ojos a Cuba donde el deterioro de la salud de Fidel Castro ha dado lugar a una sucesión irreversible de su hermano Raúl quien ha mostrado un propósito de moderar sus posiciones en especial con su tradicional rival EE.UU. con un acercamiento que tiente a profundizarse. Si bien Cuba han tomado las previsiones necesarias para que no le suceda lo mismo, cuando el sólo anuncio de una flexibilización de las posiciones dio lugar a un cambio profundo que terminó haciendo desaparecer la Unión Soviética con toda la fuerza que ella poseía.
De esa manera, el panorama político de para loas posiciones extremas parece debilitarse al extremo de provocar una caída, no en un país en particular sino en todos como un bloque, a no ser que se adopte medidas correctivas que puedan hacer más confiables la políticas, el más interesante sin duda es el caso de Basil que desde un principio ha adoptado posiciones más moderadas con un propósito más conciliador que de enfrentamiento como el que han adoptado sus amigos que prefieren el choque para luego flexibilizar, una posición que si la vemos con objetividad ha dado también sus resultados, en le caso boliviano no podemos dejar de ver que avanzando cuatro pasos para retroceder dos, el gobierno a logrado avances considerables dentro de su línea.
Tal vez la mayor conquista que logaron y que vemos con claridad en este proceso preelectoral, es el hecho de que cada paso ha obedecido a un plan previamente estudiado, desde la política económica hasta el juego político, al extremo de que ha invadido el territorio de la llamada media luna que se presumía inexpugnable, con el discurso de Autonomía que se manejaba en ella.
Mientra el gobierno continua su trabajo programado, la oposición ha pasado los cuatro años de la gestión reaccionando a los movimiento coyunturales, pero dirigiéndose a ninguna parte; es así que ahora, a cuatro meses de las elecciones, además de que no hay programas globalmente estructurados, se ofrecen cosas puntuales como mayores empleos o mejores mercados y lo que es peor, el abanico político tiende a ampliarse cada día con nuevas opciones que llegado el momento, serán difíciles de conciliar: indigenistas, feministas, ex dirigentes cívicos, ex militares, socialistas moderados, empresarios; con nuevos rostros o lideres tradicionales, a cual más desubicados, estarán a la caza del voto popular contra un oficialismo, asustado, pero mejor organizado.
Las perspectivas del futuro de Chile, luego de las próximas elecciones, han dado lugar a que el Presidente exprese su preocupación por el giro de los acontecimientos en ese país, ya que todo da a entender que la posición de corte socialista que ha mostrado el gobierno de la señora Bachelet se encuentra próximo a su fin, con lo que se daría una reaparición de la línea capitalista.
A las preocupaciones del Presidente ha de sumarse con seguridad el otro problema orientado en la misma dirección, que confronta la pareja Kichner en la Argentina; luego de las denuncias de enriquecimiento y otras actividades relacionadas con la administración, también ellos ven su futuro muy incierto, ya que la situación ha dividido el peronismo que era la base en que se asentaba la actividad gubernamental.
Todavía a ello tendríamos que agregar lo acontecido en México, donde también las posiciones izquierdistas, que parecían tan firmemente asentadas, han dado un giro con miras al otro extremo y han dejado la interrogante sobre la nueva orientación de los gobernantes.
El análisis internacional, por muy superficial que sea como el presente, no puede dejar de lado el tema Honduras, sobre el cual si bien la posición internacional fue casi unánime en defensa de la democracia, profundizando un poco el análisis llega a concluir que ese proceso democrático estaba jugando su futuro y provocó los resultados que observamos debido al deseo de vulnerar el sistema con el propósito de garantizar su prolongación en el ejercicio del poder, como los hicieron otros países que sirvieron de modelo.
Pero si nos ponemos a observar lo acontecido con las reformas constitucionales podemos advertir también que la pregonada solidez del gobierno Chávez en Venezuela muestra una cantidad de filtraciones que en algún momento podría precipitar una caída estruendosa.
Como si todavía faltara algo más, podemos volcar los ojos a Cuba donde el deterioro de la salud de Fidel Castro ha dado lugar a una sucesión irreversible de su hermano Raúl quien ha mostrado un propósito de moderar sus posiciones en especial con su tradicional rival EE.UU. con un acercamiento que tiente a profundizarse. Si bien Cuba han tomado las previsiones necesarias para que no le suceda lo mismo, cuando el sólo anuncio de una flexibilización de las posiciones dio lugar a un cambio profundo que terminó haciendo desaparecer la Unión Soviética con toda la fuerza que ella poseía.
De esa manera, el panorama político de para loas posiciones extremas parece debilitarse al extremo de provocar una caída, no en un país en particular sino en todos como un bloque, a no ser que se adopte medidas correctivas que puedan hacer más confiables la políticas, el más interesante sin duda es el caso de Basil que desde un principio ha adoptado posiciones más moderadas con un propósito más conciliador que de enfrentamiento como el que han adoptado sus amigos que prefieren el choque para luego flexibilizar, una posición que si la vemos con objetividad ha dado también sus resultados, en le caso boliviano no podemos dejar de ver que avanzando cuatro pasos para retroceder dos, el gobierno a logrado avances considerables dentro de su línea.
Tal vez la mayor conquista que logaron y que vemos con claridad en este proceso preelectoral, es el hecho de que cada paso ha obedecido a un plan previamente estudiado, desde la política económica hasta el juego político, al extremo de que ha invadido el territorio de la llamada media luna que se presumía inexpugnable, con el discurso de Autonomía que se manejaba en ella.
Mientra el gobierno continua su trabajo programado, la oposición ha pasado los cuatro años de la gestión reaccionando a los movimiento coyunturales, pero dirigiéndose a ninguna parte; es así que ahora, a cuatro meses de las elecciones, además de que no hay programas globalmente estructurados, se ofrecen cosas puntuales como mayores empleos o mejores mercados y lo que es peor, el abanico político tiende a ampliarse cada día con nuevas opciones que llegado el momento, serán difíciles de conciliar: indigenistas, feministas, ex dirigentes cívicos, ex militares, socialistas moderados, empresarios; con nuevos rostros o lideres tradicionales, a cual más desubicados, estarán a la caza del voto popular contra un oficialismo, asustado, pero mejor organizado.
Desde el espacio
4 Ago.09
Durante la realización de una reunión pública, en la región de El Chapare, el Presidente Morales ha puesto mucho énfasis en la posibilidad de que el país cuente, dentro de un tiempo breve, con el servicio de un satélite de comunicaciones.
La idea nos parece interesante, pero si nos ponemos a considerar la magnitud de la inversión que correspondería al mencionado proyecto, comenzamos a enumerar todas las debilidades que podríamos hacer desaparecer con esos recursos, en lugar de hacer una inversión cuya utilidad todavía están por considerarse.
La utilidad de los satélites de comunicación en el mundo se inició durante la llamada guerra fría que mantuvo al mundo en tensión, en toda la época posterior a la Segunda Guerra Mundial y tuvo como a sus principales protagonistas a los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Luego de una primera etapa en que los satélites fueron considerados desde el punto de vista bélico, sirvieron luego para la conquista del espacio y alcanzaron un punto alto con la llegada del hombre a la luna, cuyo 40 aniversario acabamos de recordar el pasado mes.
Recordemos aquel momento en que se hablaba de la Guerra de las Galaxias, parafraseando una producción cinematográfica de la época, cuando EE.UU. aseguraba haber instalado una plataforma espacial capaz de controlare el planeta con sus armas y tener fija la mira a las principales ciudades que consideraba la sede de sus adversarios, como el caso de Moscú y La Habana.
Hoy la conquista del espacio ha alcanzado otras dimensiones, lejos de la competencia con la otra potencia bélica, Estados Unidos ha logrado alcanzar los límites del sistema solar y los satélites y sondas espaciales han alcanzado a enviar información de los planetas más alejados, como es el caso de Neptuno y Plutón.
Los satélites han constituido también un elemento importante en el campo de las telecomunicaciones y en ese sentido podemos asegurar que en la actualidad, todos estamos informados de todos los hechos sobresalientes que reproducen en cualquier lugar del planeta e inclusive fuera de él, gracias al desarrollo de las informaciones.
Dentro de ese panorama nos comenzamos a preocupar cual es la intención de tener un satélite en el espacio que ha manifestado nuestro gobernante, tal vez en su competencia con la DEA, estará interesado en observar desde el espacio las plantaciones de coca que con las leyes que se nos ha anunciado, serán multiplicadas de una manera considerable. Paralelamente a la producción de la hoja, un satélite nos permitiría ubicar las factorías que últimamente se han estado encontrando hasta dos por día, debido a la flexibilidad existente para la producción de la coca y por ende la de cocaína que es el principal producto derivado y que requiere de mayor cantidad de materia prima que la masticación,
A propósito, el hecho de que la Organización de las Naciones hubiera despenalizado el “acullico” ha movido a pensar en que la actividad será generalizada en el planeta, satisfaciendo la vieja idea de nuestro Canciller Choquehuanca que en algún momento propuso utilizarla para reemplazar a la leche en el desayuno de los estudiantes.
Con seguridad el satélite nos serviría para demostrarle a la DEA que en lo que concierne a la producción, procesamiento, tráfico, consumo, regulación, interdicción, erradicación y otras actividades que intentaron enseñarnos, en poco tiempo seremos expertos.
Durante la realización de una reunión pública, en la región de El Chapare, el Presidente Morales ha puesto mucho énfasis en la posibilidad de que el país cuente, dentro de un tiempo breve, con el servicio de un satélite de comunicaciones.
La idea nos parece interesante, pero si nos ponemos a considerar la magnitud de la inversión que correspondería al mencionado proyecto, comenzamos a enumerar todas las debilidades que podríamos hacer desaparecer con esos recursos, en lugar de hacer una inversión cuya utilidad todavía están por considerarse.
La utilidad de los satélites de comunicación en el mundo se inició durante la llamada guerra fría que mantuvo al mundo en tensión, en toda la época posterior a la Segunda Guerra Mundial y tuvo como a sus principales protagonistas a los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Luego de una primera etapa en que los satélites fueron considerados desde el punto de vista bélico, sirvieron luego para la conquista del espacio y alcanzaron un punto alto con la llegada del hombre a la luna, cuyo 40 aniversario acabamos de recordar el pasado mes.
Recordemos aquel momento en que se hablaba de la Guerra de las Galaxias, parafraseando una producción cinematográfica de la época, cuando EE.UU. aseguraba haber instalado una plataforma espacial capaz de controlare el planeta con sus armas y tener fija la mira a las principales ciudades que consideraba la sede de sus adversarios, como el caso de Moscú y La Habana.
Hoy la conquista del espacio ha alcanzado otras dimensiones, lejos de la competencia con la otra potencia bélica, Estados Unidos ha logrado alcanzar los límites del sistema solar y los satélites y sondas espaciales han alcanzado a enviar información de los planetas más alejados, como es el caso de Neptuno y Plutón.
Los satélites han constituido también un elemento importante en el campo de las telecomunicaciones y en ese sentido podemos asegurar que en la actualidad, todos estamos informados de todos los hechos sobresalientes que reproducen en cualquier lugar del planeta e inclusive fuera de él, gracias al desarrollo de las informaciones.
Dentro de ese panorama nos comenzamos a preocupar cual es la intención de tener un satélite en el espacio que ha manifestado nuestro gobernante, tal vez en su competencia con la DEA, estará interesado en observar desde el espacio las plantaciones de coca que con las leyes que se nos ha anunciado, serán multiplicadas de una manera considerable. Paralelamente a la producción de la hoja, un satélite nos permitiría ubicar las factorías que últimamente se han estado encontrando hasta dos por día, debido a la flexibilidad existente para la producción de la coca y por ende la de cocaína que es el principal producto derivado y que requiere de mayor cantidad de materia prima que la masticación,
A propósito, el hecho de que la Organización de las Naciones hubiera despenalizado el “acullico” ha movido a pensar en que la actividad será generalizada en el planeta, satisfaciendo la vieja idea de nuestro Canciller Choquehuanca que en algún momento propuso utilizarla para reemplazar a la leche en el desayuno de los estudiantes.
Con seguridad el satélite nos serviría para demostrarle a la DEA que en lo que concierne a la producción, procesamiento, tráfico, consumo, regulación, interdicción, erradicación y otras actividades que intentaron enseñarnos, en poco tiempo seremos expertos.
Aguas del Silala
3 Ago.09
Las relaciones de nuestro país con el vecino Chile no fueron nada agradables desde la guerra del Pacifico y con mayor razón desde la firma del tratado de 1904 que puso fin a las posibilidades de que pudiéramos tener acceso a las aguas del Océano.
La mencionada situación ha dado lugar a una serie de conflictos que derivaron en que a mediados del siglo pasado, las relaciones diplomáticas quedaran definitivamente interrumpidas por el desvío de otro curso fluvial, las aguas del río Lauca.
Las negociaciones que en algunos momentos pudieran haberse realizado, pasaron siempre por el mismo problema, la necesidad boliviana de contar con una salida al mar que fue interrumpida por las razones antes anotadas y la necesidad de los vecinos de poder utilizar aguas de ríos limítrofes, que les permitirían la irrigación de zonas desérticas en la frontera.
En muchas oportunidades, para poder usufructuar esas aguas, los vecinos ofrecieron diferentes cosas a cambio, algunas veces partiendo de negociaciones y en otras bajo presión.
Recordemos entre los momentos culminantes de esa relación el mentado abrazo de Charaña que reunió en la frontera a dos dictadores, amigos por haber suscrito el “Plan Cóndor” y ambos interesados en prolongar la relación, no solo política sino también económica.
Recordemos que el dictador chileno, si bien tuvo un gobierno de fuerza más prolongado que el nuestro, terminó dejando a su país en condiciones expectables en el campo económico, en el caso nuestro no se puede sacar las mismas conclusiones; el abrazo además del rechazo general, terminó siendo parte de los desaciertos que terminaron dando fin a la dictadura.
Cuando Gonzalo Sánchez de Lozada hizo un nuevo intento por acercarse a los vecinos, terminó marchándose porque las reacciones no dejaron de ser adversas, aunque en ese caso se trataba de un negocio que podía haber beneficiado al país, si hacemos abstracción de la codicia de ese gobierno que nos mostraron los resultados finales, pero estaba de por medio una rivalidad latente.
Hoy nuestros gobernantes, utilizando los mismos métodos, es decir conversaciones reservadas, con promesa de hacerlas publicas en algún momento, tratan de beneficiar al vecino ofreciendo más ventajas para él que para el país, así lo han entendido las organizaciones campesinas y otros sectores del departamento de Potosí, que sería el más perjudicado con el posible resultado de las negociaciones.
Ante tal situación, es importante destacar que los problemas de fondo no han desparecido, a pesar de los cien años que han transcurrido desde la guerra y la firma del tratado; una de las consecuencias directas de ese hecho fue precisamente la desviación de las aguas del Silala, cuando nuestro país había perdido soberanía en la región.
Es bueno recordar que las negociaciones que había comenzado el gobierno de Sánchez de Lozada, derivaron en la realización del primer referéndum de la temporada, cuando Carlos Meza hizo la consulta para saber si la ciudadanía estaba de acuerdo en negociar el gas con Chile, recordemos también que como consecuencia se perdió un negocio que en parte lo aprovechó Argentina, comprando gas boliviano y vendiéndolo al vecino.
Una aclaración posterior no dejó otra cosa que la evidencia de que Argentina se beneficiaba con la situación, ya que afirmó que el gas que vendía a Chile no era el boliviano que compraban, sino otro que ellos poseían.
Es bueno recordar que el gobierno está recorriendo un camino lleno de obstáculos, que en buena parte los pusieron sus miembros cuando eran los líderes de la oposición o poco menos.
Las relaciones de nuestro país con el vecino Chile no fueron nada agradables desde la guerra del Pacifico y con mayor razón desde la firma del tratado de 1904 que puso fin a las posibilidades de que pudiéramos tener acceso a las aguas del Océano.
La mencionada situación ha dado lugar a una serie de conflictos que derivaron en que a mediados del siglo pasado, las relaciones diplomáticas quedaran definitivamente interrumpidas por el desvío de otro curso fluvial, las aguas del río Lauca.
Las negociaciones que en algunos momentos pudieran haberse realizado, pasaron siempre por el mismo problema, la necesidad boliviana de contar con una salida al mar que fue interrumpida por las razones antes anotadas y la necesidad de los vecinos de poder utilizar aguas de ríos limítrofes, que les permitirían la irrigación de zonas desérticas en la frontera.
En muchas oportunidades, para poder usufructuar esas aguas, los vecinos ofrecieron diferentes cosas a cambio, algunas veces partiendo de negociaciones y en otras bajo presión.
Recordemos entre los momentos culminantes de esa relación el mentado abrazo de Charaña que reunió en la frontera a dos dictadores, amigos por haber suscrito el “Plan Cóndor” y ambos interesados en prolongar la relación, no solo política sino también económica.
Recordemos que el dictador chileno, si bien tuvo un gobierno de fuerza más prolongado que el nuestro, terminó dejando a su país en condiciones expectables en el campo económico, en el caso nuestro no se puede sacar las mismas conclusiones; el abrazo además del rechazo general, terminó siendo parte de los desaciertos que terminaron dando fin a la dictadura.
Cuando Gonzalo Sánchez de Lozada hizo un nuevo intento por acercarse a los vecinos, terminó marchándose porque las reacciones no dejaron de ser adversas, aunque en ese caso se trataba de un negocio que podía haber beneficiado al país, si hacemos abstracción de la codicia de ese gobierno que nos mostraron los resultados finales, pero estaba de por medio una rivalidad latente.
Hoy nuestros gobernantes, utilizando los mismos métodos, es decir conversaciones reservadas, con promesa de hacerlas publicas en algún momento, tratan de beneficiar al vecino ofreciendo más ventajas para él que para el país, así lo han entendido las organizaciones campesinas y otros sectores del departamento de Potosí, que sería el más perjudicado con el posible resultado de las negociaciones.
Ante tal situación, es importante destacar que los problemas de fondo no han desparecido, a pesar de los cien años que han transcurrido desde la guerra y la firma del tratado; una de las consecuencias directas de ese hecho fue precisamente la desviación de las aguas del Silala, cuando nuestro país había perdido soberanía en la región.
Es bueno recordar que las negociaciones que había comenzado el gobierno de Sánchez de Lozada, derivaron en la realización del primer referéndum de la temporada, cuando Carlos Meza hizo la consulta para saber si la ciudadanía estaba de acuerdo en negociar el gas con Chile, recordemos también que como consecuencia se perdió un negocio que en parte lo aprovechó Argentina, comprando gas boliviano y vendiéndolo al vecino.
Una aclaración posterior no dejó otra cosa que la evidencia de que Argentina se beneficiaba con la situación, ya que afirmó que el gas que vendía a Chile no era el boliviano que compraban, sino otro que ellos poseían.
Es bueno recordar que el gobierno está recorriendo un camino lleno de obstáculos, que en buena parte los pusieron sus miembros cuando eran los líderes de la oposición o poco menos.
Obra común
2 Ago.09
La inseguridad en que vivimos los bolivianos, ha sido nuevamente puesta en evidencia por el Jefe de Estado en su última visita a la región del Chapare, cuando hizo entrega de algunas motocicletas para los trabajos de patrullaje que realiza la policía en la región.
La oportunidad sirvió para destacar la importancia de la labor policial en la protección de los ciudadanos, sin embargo se volvió a poner en evidencia que los esfuerzos hechos hasta ahora por el gobierno, para apoyar esa actividad, son casi nulos.
Si estos sucede en el Chapare, donde el Presidente tiene reunidos a sus compañeros productores de coca, imaginemos lo que pasa en Santa Cruz, uno de los departamentos más poblados del país y las otras regiones de la llamada media luna que no gozan de las preferencias de los gobernantes.
Sin embargo, se ha vuelto a mencionar la iniciativa que lanzó el gobierno departamental cruceño, cuando instó a los ciudadanos a secundar la tarea. El Presidente ha pedido a las organizaciones sociales, ponerse al servicio de la ciudadanía para combatir ese problema que tiende a volverse endémico, por la frecuencia con que se repite y los daños que ocasiona a los ciudadanos.
Los atracos en vía pública han dejado de ser noticias, hoy sólo se los menciona para las estadísticas, diez diarios, cien a la semana o cosas por el estilo, ahora la inseguridad se ha trasladado a las viviendas, los asaltantes ya no van por las calles en vagonetas blancas, sino que han decidido penetrar a los domicilios.
Con frecuencia nos enteramos de que grupos de antisociales irrumpen en los domicilios y no tienen reparo en cegar la vida de las personas que se interponen en su camino o por lo menos causarles graves daños.
Frente a esta situación, las autoridades policiales solo atinan a lamentarse por la falta de efectivos, que les impide realizar una labor más contundente.
Ante esa situación, no es sólo importante sino urgente que se lleven adelante los planes para incorporar a la ciudadanía, a través de las juntas vecinales u otras organizaciones sociales, para encontrar un remedio al problema.
Nadie puede preciarse de estar realizando una buena administración o un buen gobierno, si no pasa por la defensa de los ciudadanos, finalmente se trata de los contribuyentes al erario nacional, a través de los impuestos y que piden la defensa de su propiedad de los avasalladores.
Y si tocamos el tema es importante también que se adopten las medidas necesarias para evitar la apropiación de la propiedad privada, ningún grupo, bajo ningún título, está autorizado para apropiarse de la propiedad privada, todavía menos, autorizado por las autoridades de gobierno para actuar de esa manera.
Si no se respeta la propiedad ajena y se evitan los atropellos contra la seguridad de las personas y sus pertenencias, no podremos preciarnos de vivir en democracia, ni siquiera de vivir en una sociedad civilizada, en la cual las cosas elementales tendrían que ser aquellas relacionadas con la seguridad de la vida y de los bienes.
Es importante que los pedidos hechos por las autoridades pasen de la teoría a la práctica y se refuercen los derechos de las personas, en pos de una convivencia más segura; vale la pena eliminar la indiferencia poniendo énfasis en que la seguridad es una obra común.
La inseguridad en que vivimos los bolivianos, ha sido nuevamente puesta en evidencia por el Jefe de Estado en su última visita a la región del Chapare, cuando hizo entrega de algunas motocicletas para los trabajos de patrullaje que realiza la policía en la región.
La oportunidad sirvió para destacar la importancia de la labor policial en la protección de los ciudadanos, sin embargo se volvió a poner en evidencia que los esfuerzos hechos hasta ahora por el gobierno, para apoyar esa actividad, son casi nulos.
Si estos sucede en el Chapare, donde el Presidente tiene reunidos a sus compañeros productores de coca, imaginemos lo que pasa en Santa Cruz, uno de los departamentos más poblados del país y las otras regiones de la llamada media luna que no gozan de las preferencias de los gobernantes.
Sin embargo, se ha vuelto a mencionar la iniciativa que lanzó el gobierno departamental cruceño, cuando instó a los ciudadanos a secundar la tarea. El Presidente ha pedido a las organizaciones sociales, ponerse al servicio de la ciudadanía para combatir ese problema que tiende a volverse endémico, por la frecuencia con que se repite y los daños que ocasiona a los ciudadanos.
Los atracos en vía pública han dejado de ser noticias, hoy sólo se los menciona para las estadísticas, diez diarios, cien a la semana o cosas por el estilo, ahora la inseguridad se ha trasladado a las viviendas, los asaltantes ya no van por las calles en vagonetas blancas, sino que han decidido penetrar a los domicilios.
Con frecuencia nos enteramos de que grupos de antisociales irrumpen en los domicilios y no tienen reparo en cegar la vida de las personas que se interponen en su camino o por lo menos causarles graves daños.
Frente a esta situación, las autoridades policiales solo atinan a lamentarse por la falta de efectivos, que les impide realizar una labor más contundente.
Ante esa situación, no es sólo importante sino urgente que se lleven adelante los planes para incorporar a la ciudadanía, a través de las juntas vecinales u otras organizaciones sociales, para encontrar un remedio al problema.
Nadie puede preciarse de estar realizando una buena administración o un buen gobierno, si no pasa por la defensa de los ciudadanos, finalmente se trata de los contribuyentes al erario nacional, a través de los impuestos y que piden la defensa de su propiedad de los avasalladores.
Y si tocamos el tema es importante también que se adopten las medidas necesarias para evitar la apropiación de la propiedad privada, ningún grupo, bajo ningún título, está autorizado para apropiarse de la propiedad privada, todavía menos, autorizado por las autoridades de gobierno para actuar de esa manera.
Si no se respeta la propiedad ajena y se evitan los atropellos contra la seguridad de las personas y sus pertenencias, no podremos preciarnos de vivir en democracia, ni siquiera de vivir en una sociedad civilizada, en la cual las cosas elementales tendrían que ser aquellas relacionadas con la seguridad de la vida y de los bienes.
Es importante que los pedidos hechos por las autoridades pasen de la teoría a la práctica y se refuercen los derechos de las personas, en pos de una convivencia más segura; vale la pena eliminar la indiferencia poniendo énfasis en que la seguridad es una obra común.
Trigo limpio
1 Ago.09
El Día Nacional de Trigo dio para todo, el Jefe del Estado Plurinacional estuvo al medio con todos los ofrecimientos acostumbrados, para recibir el aplauso de su ocasional auditorio.
No es extraño que el Jefe del Estado esté presente en las celebraciones que se realizan en diferentes lugares del país, es más, consideramos que es su obligación estar presente en todos los lugares donde su presencia se puede convertir en un hecho de importancia.
Lo grave de la situación se presenta cuando ésta presencia se vuelve una presencia proselitista, el objetivos es el de conseguir votos desarrollando su campaña para las elecciones de diciembre próximo.
Como ya ha venido sucediendo en otras localidades del país, los anfitriones resultan pródigos en atenciones ya que la visita trae consigo aportes extraordinarios para la localidad y las actividades que en ella se realizan.
Lo extraño en este caso particular es que los productores de trigo estuvieron participando como aliados incondicionales con las autoridades del Comité Cívico departamental y como si ello fuera poco, se manifestaron comprometidos con los postulados de las autoridades regionales frente a las posiciones verticales del centralismo y que en el caso particular del sector, afectan la propiedad de tierras de los productores de trigo de la región.
La actitud de los productores de trigo y los vecinos de Okinawa ha merecido el repudio de las autoridades cívicas que han considerado como una traición el hecho de que sus aliados se hubieran prestado a participar en los actos de celebración del Día del Trigo junto al Presidente Morales.
Mientras las tensiones se mantengan en el país, situaciones de este tipo han de repetirse cada vez con mayor frecuencia, especialmente en esta época preelectoral, en que la ciudadanía se encuentra preocupada por satisfacer sus necesidades apremiantes y nada mejor que lo haga quien ejerce el poder y al parecer continuará haciéndolo.
Lo lamentable del caso es que las posiciones extremas han dado lugar a que los productores de trigo se hayan dispuesto a recibir de ambas partes, lo que ha motivado la reacción de quienes los consideraban aliados incondicionales y que en esa condición se habían dispuesto a hacer sacrificios para cooperarlos.
Es posible que la actitud se repita con relativa frecuencia y en tales condiciones podemos afirmar que cuando se trata de defender los propios intereses, las personas dejan de lado sus simpatías y aún sus principios y los ponen al servicio de quien puede ofrecer una cooperación mayor.
La actitud de los productores de trigo nos permite afirmar que cuando se trata de defender los propios intereses, la gente deja de ser trigo limpio y no vacila en arrimarse al mejor postor para satisfacer sus deseos.
Este hecho deber servir de experiencia para quienes imaginan contar con parciales incondicionales, no es raro que en el momento de depositar su voto, los que parecían muy leales actúen más por conveniencias que por servir a sus apreciaciones ideológicas.
El Día Nacional de Trigo dio para todo, el Jefe del Estado Plurinacional estuvo al medio con todos los ofrecimientos acostumbrados, para recibir el aplauso de su ocasional auditorio.
No es extraño que el Jefe del Estado esté presente en las celebraciones que se realizan en diferentes lugares del país, es más, consideramos que es su obligación estar presente en todos los lugares donde su presencia se puede convertir en un hecho de importancia.
Lo grave de la situación se presenta cuando ésta presencia se vuelve una presencia proselitista, el objetivos es el de conseguir votos desarrollando su campaña para las elecciones de diciembre próximo.
Como ya ha venido sucediendo en otras localidades del país, los anfitriones resultan pródigos en atenciones ya que la visita trae consigo aportes extraordinarios para la localidad y las actividades que en ella se realizan.
Lo extraño en este caso particular es que los productores de trigo estuvieron participando como aliados incondicionales con las autoridades del Comité Cívico departamental y como si ello fuera poco, se manifestaron comprometidos con los postulados de las autoridades regionales frente a las posiciones verticales del centralismo y que en el caso particular del sector, afectan la propiedad de tierras de los productores de trigo de la región.
La actitud de los productores de trigo y los vecinos de Okinawa ha merecido el repudio de las autoridades cívicas que han considerado como una traición el hecho de que sus aliados se hubieran prestado a participar en los actos de celebración del Día del Trigo junto al Presidente Morales.
Mientras las tensiones se mantengan en el país, situaciones de este tipo han de repetirse cada vez con mayor frecuencia, especialmente en esta época preelectoral, en que la ciudadanía se encuentra preocupada por satisfacer sus necesidades apremiantes y nada mejor que lo haga quien ejerce el poder y al parecer continuará haciéndolo.
Lo lamentable del caso es que las posiciones extremas han dado lugar a que los productores de trigo se hayan dispuesto a recibir de ambas partes, lo que ha motivado la reacción de quienes los consideraban aliados incondicionales y que en esa condición se habían dispuesto a hacer sacrificios para cooperarlos.
Es posible que la actitud se repita con relativa frecuencia y en tales condiciones podemos afirmar que cuando se trata de defender los propios intereses, las personas dejan de lado sus simpatías y aún sus principios y los ponen al servicio de quien puede ofrecer una cooperación mayor.
La actitud de los productores de trigo nos permite afirmar que cuando se trata de defender los propios intereses, la gente deja de ser trigo limpio y no vacila en arrimarse al mejor postor para satisfacer sus deseos.
Este hecho deber servir de experiencia para quienes imaginan contar con parciales incondicionales, no es raro que en el momento de depositar su voto, los que parecían muy leales actúen más por conveniencias que por servir a sus apreciaciones ideológicas.
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