30 Jun.09
El inicio de la semana nos llega con la noticia del golpe de estado que se produjo en Honduras donde la intervención de los militares provocó la sustitución del Presidente de la República por el presidente del Congreso.
La reacción sobre este hecho fue unánime en toda Latinoamérica y en otros lugares del mundo, donde el deseo de vivir en democracia es un objetivo permanente. Sin embargo lo repetimos, el concepto de democracia en muchas oportunidades se presta diferentes interpretaciones, así lo ha hecho notar el nuevo presidente que dice que ese es un acto contemplado en las normas del estado Hondureño.
En el caso de nuestro país, no solo hubo protesta por ese hecho sino que se asumió la indicativa de promover una reunión de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América ALBA, para emitir un pronunciamiento conjunto sobre el tema.
Paralelamente, la Cancillería ha presentado el pedido ante la Organización de Estados Americanos para que este organismo internacional se pronuncie estableciendo un plazo para que el país centroamericano vuelva a la normalidad.
Cabe aclarar además que el presidente del congreso que asumió el mando de la nación, ha asumido el compromiso de gobernar hasta noviembre, en que se producirán las elecciones que designarán al sucesor del presidente destituido.
La preocupación en este caso no nace de los diferentes pronunciamientos que se ha escuchado de diferentes países con relación al problema, sino en particular de la declaración hecha por el Presidente de Venezuela quien como ya lo ha hecho en anteriores oportunidades, en otras situaciones, ha ofrecido intervenir directamente para restituir al presidente derrocado.
Nuestra preocupación es saber hasta dónde pueden concretarse esas advertencias, cabe recordar que nuestro país recibió en algún momento amenazas de la misma naturaleza y que en varias oportunidades se ha denunciado la presencia de militares venezolanos en situaciones en las que se puede considerar una violación a la soberanía nacional, independientemente de si se cuenta o no con la venia de las autoridades de gobierno.
Consideramos que se trata del único caso en que un mandatario ha hecho una amenaza semejante, incluyendo los Estados Unidos que si bien se han pronunciado condenado el hecho, de ninguna manera se ha atrevido a anunciar su intervención militar para participar en esa situación.
Pensamos que en los casos en que se atenta contra la estabilidad democrática de un estado, nadie mas que sus mimas autoridades, instituciones o finalmente los ciudadanos, están en condiciones de resolver sus problemas, las opiniones y pronunciamientos que puedan emitir otras naciones, son solo eso, opiniones para mostrar su disconformidad con un hecho. Pero de ninguna manera se puede pensar en intervenir.
En el caso de Honduras, la presencia venezolana se había advertido en el momento mismo de la convocatoria a la consulta popular, incluyendo el hecho de haber facilitado las ánforas con las que la consulta podía haberse hecho efectiva, sin embargo el ofrecimiento de una intervención armada nos parece temerario y dadas las relaciones que nuestro gobierno tiene con ese país, nos parece algo digno de ser observado con suma atención, par ver hasta dónde se puede llegar.
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