Presencia indispensable

06Jun.09
A medida que transcurre nuestra vida nos damos cada vez más cuenta de la influencia que ha tenido en ella la presencia del maestro.
Precisamente hoy tenemos la oportunidad, en nuestro país, de evocar la presencia de esa persona que tuvo a su cargo la tarea de encaminarnos por la ruta del saber.
Desde los primeros años de nuestra existencia, la presencia del maestro es determinante para todos las personas, aunque lamentablemente en nuestro país, a pesar de los anuncios de que el analfabetismo ha sido erradicado, podemos asegurar que hay miles de personas que carecen de los conocimientos básicos, o lo que es peor, aprovechando de su carencia de conocimientos, han sido mal encaminados en una sola dirección.
La ocasión es especial para recordar brevemente la forma en que la educación en Bolivia y el trabajo del maestro en particular atravesaron por diferentes etapas, cada una con características particulares.
Con el nacimiento de la República, el Libertador Simón Bolívar tuvo la idea de traer a su maestro Simón Rodríguez, para que sea él el encargado de planificar la educación, recordemos que este maestro acompañó al libertador en sus viajes de estudios a Europa y fue allí precisamente, ante su maestro que se hizo a sí mismo, el compromiso de buscar la libertad de nuestro continente.
Lamentablemente, los planes de Rodríguez no estaban de acuerdo con la mentalidad de los creadores de la patria que no aceptaban que sus hijos concurran a las aulas con los hijos de los ciudadanos de segunda categoría.
Tuvo que llegar la Revolución Federal para que las ideas liberales, alejadas del pensamiento oligárquico que caracterizó el siglo XIX permitan el deseo de planificar la educación para que esta se democratice, fue con ese criterio que llegó a Bolivia la misión Rouma, hacen hoy cien años y creara la Escuela Normal Superior de Sucre que cumple hoy su centenario.
La fecha de creación fue coincidente con la del nacimiento de Mamerto Oyola, un maestro del siglo anterior que había revolucionado la educación en una escuela municipal, al enseñar a los niños en su propia lengua.
El nacimiento de la escuela de maestros de maestros permitió hacer llegar la educación a las principales ciudades del país, aunque todavía tuvieron que pasar otros cincuenta años para que ese beneficio pudiera llegar a las poblaciones rurales.
Fue con la Revolución Nacional que la educación llegó al campo con el nacimiento de las Normales Rurales aunque con un sistema de educación que diferenciaba a los estudiantes del campo y de la ciudad; en ambos casos la idea era la de capacitar a los estudiantes para que puedan ingresar en la vida productiva.
Fue con la llamada Reforma Educativa que se buscó unificar la enseñanza campo cuidad y lo que es más capacitar al estudiante para encaminarlo en la enseñanza futura, adiestrándolo en la construcción de su propio conocimiento.
Hoy estamos en la víspera de un nuevo cambió, nuestros gobernantes intentan implantar el proyecto Pérez Siñani, que puede tener muy buenos deseos en su concepción, pero cuyos verdaderos objetivos, aún no entendemos, este será motivo de un próximo análisis.
Nuestro propósito hoy es llegar a la figura de ese personaje que como decíamos al principio de esta nota, se entregó a la tarea de encaminarnos por el sendero del conocimiento y nos corresponde enaltecer su trabajo, agradecerle sus esfuerzos y augurarle días en que la justicia social reconozca el verdadero lugar que le corresponde dentro de la sociedad.

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