16 Jun.09
Han pasado cuatro días desde que el Jefe del Estado expresaba al público reunido en el coliseo de La Paz, la importancia que tiene para el funcionario público mantener el celo en su trabajo.
Evocando aquella base de la cultura de los pueblos originarios, el Presidente mencionó el: ama sua, ama llulla, ama kella; (no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojo) para destacar la importancia que tiene basar las actividades de los servidores públicos en esos valores fundamentales.
Al tocar el tema, el Presidente puso énfasis en la importancia de no ser ladrón, es decir en entregarse honestamente al trabajo al servicio del Estado.
Refiriéndose a aquel tema, fue categórico al insistir sobre la importancia que tiene, no sólo dejar de hacer las cosas negativas sino también denunciarlas, para evitar que se haga daño al Estado.
Si ustedes denuncian las arbitrariedades que se cometen en la administración pública, van a ayudar a mejorar las condiciones de todos dio a entender el Presidente y dijo que quienes hagan las denuncias, iban a ser premiados, tal vez si denunciaban a un ministro podrían llegara a ser ellos los ministros afirmó.
Pocos días después, nos enteramos que una autoridad decide hacer la denuncia por la forma en que se realizó una operación de transferencia de empresas y terminó, no precisamente ocupando funciones más importantes sino con las patitas en la calle.
Frente a la denuncia, hubo un intento de explicación del problema, pero esa explicación no tuvo la contundencia ni la claridad que debería tener la aclaración de un operación financiera que con seguridad ha sido previamente analizada y razonada.
Por el contrario, otra autoridad, en este caso la relacionada con la recaudación de impuestos, pone en evidencia que otras empresas que pasaron a tener dependencia del Estado, tenían una fuerte deuda con él por concepto de impuestos devengados y no cancelados.
Al contrario de algunas normas que se han aprobado últimamente y que lejos de la presunción de inocencia priorizan las acusaciones, nos atrevemos a pensar que las operaciones que se realizaron para poner varias empresas bajo la tutela del Estado obraron de buena fe.
Dadas las acusaciones que se han presentado, resulta importante que se den las explicaciones necesarias para hacer ver a la ciudadanía que las operaciones realizadas resultarán beneficiosas.
Podríamos pensar que, no obstante las deudas que las empresas que pasaron bajo la tutela del Estado tenían, terminarán siendo beneficiosas.
Luego de las denuncias que se han presentado contra Yacimientos Petrolíferos y las evidencias sobre manejos irregulares en otras operaciones, sería importante que se hagan las aclaraciones necesarias.
De lo contrario, en lugar de conseguir la confianza de la ciudadanía, estas cosas tratarían más bien de complicarlas y reducir la fe que se podría tener sobre la administración de las instituciones a cargo del Estado.
Pensando en las exhortación que recordamos al iniciar esta nota, el hecho de que un denunciante hubiera terminado fuera de su trabajo, con una explicación poco clara, sería más bien un incentivo para que el resto de los funcionarios de la administración, temerosos de perder su trabajo, se abstengan de hacer denuncias, así tengan las evidencias sobre las irregularidades que pueden cometerse.
Hubo una vez una autoridad que recibió severas críticas por hacer una afirmación que estaba fuera de lugar, esa autoridad no pedía denunciar las irregularidad, por el contrario parecía instar a cometerlas, pues decía: “lleven, pero no mucho”. Si las cosas siguen por el camino que comentamos, podríamos pensar que la recomendación ha cambiado al extremo de decir, lleven pero que no sea poco.
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