20 Jul.09
Mientras el gobierno se encuentra en plena campaña, con miras a las elecciones de diciembre, los sectores de oposición continúan sus intentos por aparecer esporádicamente, tratando de ver si su perfil consigue alguna acogida, con miras a la formación de un frente único.
Lejos de la posibilidad de entrar en negociaciones para conseguir un frente unido, la oposición muestra todas las facetas que en la últimas elecciones generales dieran el triunfo a la candidatura del MAS y que fue refrendada en el referéndum revocatorio.
A simple vista, parece que la experiencia no ha dado ninguna luz a quienes están abocados a la tarea de mostrar reacciones coyunturales ante las acciones del gobierno central, pero incapaces de hacer ver un proyecto que muestre la imagen del panorama futuro que proponen.
Lo más grave es que no hay antecedentes que puedan servir como parámetros para imaginar lo que proponen, la mayor parte de los posibles candidatos que han mostrado su interés en terciar en las elecciones, ya tuvieron su oportunidad de incursionar en la vida política del país y en todos los casos mostraron desaciertos que los tienen ahora confinados en la oposición, con un perfil que difícilmente puede ser rescatado.
En cuanto al panorama oficialcita se refiere, las cosas están más claras pero no por ello podemos pensar que se trate de una imagen contundente, todo lo contrario, la prueba está en algunas muestras de disconformidad que han llevado a algunos sectores identificados como sus parciales, a emitir pronunciamientos de protesta e inclusive hacer acciones de hecho.
Una de las armas que el gobierno ha puesto en práctica con el propósito de ganar adeptos está relacionada con el pago de bonos especiales, la oposición ha subestimado su efectividad pensando en que se trata de sumas reducidas, tal vez tratando de ignorar que estos beneficios están destinados a personas de ingresos muy bajos y en muchos casos sin ingresos.
El ejemplo más claro es el bono Dignidad que discriminar los que tiene algún ingreso por rentas de los que no tienen otro ingreso, a ellos podemos sumar el Juancito Pinto que ha producido como resultado una mayor afluencia de niños a las escuelas fiscales, donde este beneficio se hace efectivo.
Tal vez el que mejor consolidado está es el de los funcionarios públicos, quienes además del bono, ven garantizada su fuente de trabajo en la reelección del Presidente.
Merece una mención especial el bono Juana Azurduy, destinado a favorecer a las mujeres gestantes o las que tienen hijos pequeños; este bono que socialmente puede tener una buena repercusión, tiene cono factor negativo la necesidad de un trámite que por engorroso no ha podido ser completado por todas las mujeres interesadas y que por ello ven algo difícil de concretar, contrariamente a lo que se vio en las pantallas de la televisión donde se presentaron madres cobrando el beneficio sin ninguna dificultad.
Es la hora en que los anunciados frentes políticos, antes de mostrar a sus posibles candidatos, se preocupen por mostrar qué es lo que se proponen ejecutar durante el próximo período de gobierno por lo menos, de otra manera quien capitalizará los votos será quien tiene su plan establecido para veinte años y que ya lo ha mencionado en varias oportunidades y ha creado las condiciones legales para hacerlo efectivo, aunque no lo hubiera hecho dentro del marco de lo Constitucional.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario