28 Jul.09
Luego de un buen tiempo de receso por la propagación de la fiebre A H1N1 los estudiantes han vuelto ayer a las clases para continuar con sus labores del año lectivo.
Si bien se trataba de una decisión destinada a precautelar la seguridad de los estudiantes, en la práctica resulta un perjuicio a las labores, ya que estas tendrán que prolongarse hasta fines de diciembre, para poder completar el calendario; por otro lado el receso, en buena parte, ha dado lugar a que los estudiantes, lejos del control de sus profesores, hubieran olvidado gran parte de lo aprendido en la primera parte del año.
La situación especial que se confrontaba merecía todas las precauciones, pero el hecho de retornar a las clases no significa de ninguna manera que el peligro haya desparecido, es más, el hecho de que los estudiantes hubieran estado aislados puede hacerlos más vulnerables, a esta y otras enfermedades propias de la temporada que en los días pasados ha estado más acentuada con temperaturas muy bajas.
Como lo han manifestado las autoridades del Servicio de Salud, la determinación de volver a clases merece mayores precauciones y se ha indicado, especialmente entre quienes está la responsabilidad de prevenir.
Sin embargo, la base de las precauciones debe estar en la familia, todos los cuidados que tomen los padres para velar por la seguridad de sus hijos deben ser pocos, en otras palabras todo esfuerzo es poco así que se debe multiplicar los cuidados. Las autoridades ya han indicado que los niños deben asistir al colegio con barbijos y que deben tener a la mano un depósito con alcohol gel para prevenir cualquier infección.
Las precauciones fueron tomadas aun antes de reanudar las clases, ya que los maestros y administrativos de los colegios tuvieron oportunidad de tomar cursillo para asegurar todas las medidas preventivas, para que los estudiantes no corran ningún riesgo. Todas las personas, apenas salen de su casa y aún en ella, están siempre en riesgo de contraer enfermedades, más en el caso nuestro donde siempre estamos expuestos al peligro de contagios infecciosos o virales, por la forma en que se manejan los alimentos en los puestos de venta de los mercados y más aun en puestos callejeros.
Por otra parte, nuestra ciudad se ha ido convirtiendo en los últimos años en una ciudad donde las acumulaciones de desperdicios son frecuentes y en muchos casos tenemos que soportar también paros de los servicios de recojo de basura o bloqueos de los vecinos que impiden que los carros basureros lleguen hasta los lugares donde los desechos deben ser acumulados.
Es importante reiterar que toda precaución que se tome para prevenir enfermedades es poca, en los últimos informes que se han hecho públicos se ha demostrado que la enfermedad no sólo ha atacado a personas de alto riesgo que estaban internadas en hospitales o que tenían deficiencias físicas que las hacía más vulnerables, al conocer los útiles casos se ha demostrado que la influenza A puede afectar a cualquier persona, que todos estamos en riesgo.
Si bien las autoridades han determinado omitir las estadísticas, los riesgos que se podía correr no han decaído y entonces toda precaución que se tome será buena para evitar la enfermedad, se debe tener los elementos a mano y utilizarlos bien.
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